¡Ah, carajo!
Cómo complicamos lo sencillo,
anudando el camino,
desviándonos del instinto,
lo fácil, lo real,
llegando a la cima,
sin saber bajar.
¡Qué infeliz felicidad!
Al final,
al final no hay nada,
nacer, vivir, morir…
Nada.
Así que
Nace,
Vive
y Muere,
en cada segundo
de cada minuto.
Y disfruta,
no pises charcos cuando los veas,
ya que recuerda,
insistimos en caernos,
aún cuando vemos el agujero.
¡Carajo!